El sueño de la casa propia, de madera, zinc, sin arquitectos, con tus manos, lágrimas, amor, puteadas y sonrisas.

martes, 31 de julio de 2012

Una futura terracita

Podaron los eucaliptos y desde la calle se ve el frente de la casita.
Terminamos al fin de cerrar esta pared, me resta darle unas manos de protección a la madera y un toquecito de tintura para igualar la coloración de las tablas viejas y las nuevas.
El Chino proyecta la futura terraza que da al frente de la casita. Debe ser lo suficientemente amplia para poder poner una mesa y sillas para agasajar a nuestros futuros invitados con futuros asados.
Bomba disfruta dormir al sol del invierno.

Hubo que hacer mini cimientos para sostener la terraza, así que volvió el trompito.

Pedro y el Chino comenzaron con los cimientos y la estructura que va abulonada a la casa. Yo estaba enferma cerca de la estufa.
No terminamos durante las vacaciones, el frío nos daba poco márgen para trabajar. Y mi viejo se fue de viaje de pesca.
Quizás para septiembre esté lista para usar.

jueves, 12 de julio de 2012

meterle pata, meterle onda

Vivir en la casita es hermoso, más en invierno, con estufa a leña y cocinando pucheros. Seguir metiéndole trabajo y un poco de onda es también parte de disfrutarla. De a poco vamos haciendo algunas cositas. Para empezar, podamos el níspero. No pierde el follaje y daba mucha sombra sobre el patio y la casa, y el pasto no estaba creciendo por eso, por el frío y los perros.
También encaramos pequeñas tareas, la de hoy es la que sigue. Más abajo fueron en días anteriores, semanas anteriores.

 Encontré en Pinterest una receta mágica para hacer pintura para pizarra con cualquier pintura base al agua. Pensé que teniendo en casa todos los ingredientes, cómo no iba a probarla ya? No, esperé como una semana a estar en casa aburrida para ponerme a prepararla.
Para comprobar la veracidad de la receta usé un color puro directo de la lata y el dorso de una tabla de lavar de madera que uso cada vez menos.
Funcionó perfectamente.


Fue casi obvio, la pizarra iba a ser la puerta donde siempre pegamos post-it con la lista de mandados.



Queríamos un verde, "el verde" y lo preparé.



 Quedó muy oscuro.  Lo modifiqué.




 Y quedó la pizarra lista en un ratito de tarde.

Con el resto de la pintura probé hacer etiquetas pintando unos frascos.



Era necesario terminar de cerrar el revestimiento y aislar bien la casa. Comenzamos con el frente y casi terminamos, nos retrasó el frío, la rutina y la fiaca. Falta el contrafrente.




 Un estante nuevo, pero sólo para las cámaras.



Decidimos no cerrar nuestra habitación, así que no quedaban razones para no pintar esta pared también de blanco.



...va una canción que suena en casita seguido.