El sueño de la casa propia, de madera, zinc, sin arquitectos, con tus manos, lágrimas, amor, puteadas y sonrisas.

martes, 28 de febrero de 2012

Tarde de estantes

¿Pareciera que le falta color a mi cocina?
Mejor que sobre, es mi lema.


Así que preparé verdes y celestes para pintar en los nichos de los nuevos estantes sobre la mesada.


 En el taller hacían falta también.
Estas tablas ya eran azules y azules quedaron.
Algunos libros, pocos, la gran cantidad no la mudé todavía.
Y otro estante para nuestra colección de LOMO.
 


viernes, 17 de febrero de 2012

Despelotada y todo

Nos mudamos en diciembre con la casa sin terminar, pero apta para vivir. Llevamos lo esencial: ropa de verano, computadoras, y pocos muebles, sumado a las cosas que ya teníamos dentro de la casa en construcción.

Lo cierto que el corazón es grande y la casita es chica. 

Muchas cosas están dando vueltas, esperando su lugar definitivo en la casa o un nuevo destino. Tenemos sillas y sillones que esperan ser restaurados y retapizados. Maderas para hacer estantes. Convivimos con una mesa llena de herramientas que aún son necesarias. 
Eso dentro de la casa. Fuera, en lo que será el patio, todavía quedan materiales de construcción acumulados: chapas, placas de poliuretano, el piso de la terraza que falta, una futura ventana que hay que mandar a armar con un tramo de mampara de la escalera y un cuadro de metal de una cama vieja. Basura variada que hay que sacar a la calle.

Todo a su tiempo y sobre la marcha.

Por el formato de las paredes no es posible tener algunos muebles convencionales, como un ropero por ejemplo, apoyarlo sobre una pared inclinada haría que quede en medio de la habitación. Así que vamos improvisando, tanto estantes como mueblecitos empotrados para almacenamientos varios.

Tuvimos que invertir en cortinas tipo blackout para la planta alta. ya que el sol de enero nos despertaba bronceándonos en la cama.

El taller:
Con la tapa de una cómoda vieja y caballetes armamos un espacio para la computadora.
Hay una mesa de madera maciza que ocupa mucho espacio y se va  prestada a casa de una amiga. Los muebles que estoy reparando y pintando están acá, también todas las latas de pintura.
Falta organizarlo, poner estantes y armar otro escritorio. 
Colgamos de la baranda que aún no se pintó la hamaca paraguaya que compramos en Uruguay y cubrimos uno de los sillones con la canga de Biscoito Globo que compramos en Brasil hasta que haya dinero para el tapicero.


 En la cocina:
Improvisamos estantes para los alimentos. Con retazos de maderas del piso de la habitación. Pinté las patas de las mesadas de blanco y tres verdes diferentes, faltaría poner cortinas o algo que oculte el desorden.
Hicimos un estante colgante con madera y tanza para instalar el microondas, que quedó acompañado por las 9 tortuguitas. También pude cadenitas colgando del techo para poder abrir las ventanas.

 
 
 

El patio: 
La entrada del auto y nuestro perro, Cocoliso.
Contratamos gente para instalar el portón y hacer los caminos de material para entrar a la galería y dejar el auto dentro del terreno. Separamos con alambrado y mediasombra el "territorio" de mi padre del mío y sembramos césped que está creciendo divino.


 Una pared del Living: 
Colgamos la colección de chapas, trajimos más de las vacaciones. Con una madera y ganchos armé el perchero que nos haca falta.  Los farolitos chinos quedan de luz de noche.


Hace calor en la casita, pero hizo calor en todo lados.